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sábado, 20 de junio de 2009

SE AGRAVA LA SITUACION DE LA NIÑEZ Y LAS MUJERES EN ESTADOS UNIDOS


Estados Unidos es uno de los mercados principales del tráfico humano en el mundo, particularmente con fines laborales y sexuales, como lo han señalado varias organizaciones particulares.

La grave situación de los niños, adolescentes y mujeres en Estados Unidos ha tenido una tendencia creciente hacia el deterioro, pese a que las administraciones norteamericanas tienden a juzgar las situaciones de otros países y no confrontan su propia realidad, de acuerdo con el análisis de distintas agencias, medios alternativos y organizaciones especializadas.

Según un informe de la organización en defensa de un banco de alimentos, Feeding America (Alimentar América), más de 12 millones de niños están amenazados con el riesgo de una alimentación no adecuada y de hambre en territorio estadounidense. De manera significativa, el estudio concluyó que más de tres millones y medio de niños menores de cinco años se enfrentan al hambre. Esta cifra equivale al 17% (uno de cada seis) de los niños norteamericanos de cinco años y de edad inferior.

Por otro lado, un informe del Centro para Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. señala que 1,35 millones de estudiantes de secundaria fueron amenazados o resultaron heridos con un arma, al menos una vez dentro de la escuela.

En el sitio web de Zona Pediátrica Staff, se reporta que en la última década, los crímenes por agresión física y sexual han aumentado y en Estados Unidos se reportan más de 80 000 casos al año de abuso sexual a los niños, aunque el número de incidentes que no se reporta es aún mayor, ya que los infantes tienen miedo de decirle a alguien lo que les pasó, y el proceso legal de verificar los informes es difícil. El daño físico y emocional a largo plazo puede ser devastador.

Un análisis de una organización de derechos humanos da cuenta de la situación de cientos de miles de niños que trabajan en condiciones peligrosas y extenuantes en muchos campos en aquel país. El documento indica que las leyes que gobiernan el trabajo infantil en la agricultura son mucho menos estrictas que las relativas a otros sectores de la economía nacional.

Mientras, el Departamento de Educación de EE.UU. reconoció que más de 200 000 alumnos de escuelas públicas recibieron castigos corporales al menos una vez durante el último año escolar.

El castigo corporal, que suele consistir en uno o más golpes con una pala de madera en las nalgas del castigado, es legal en las escuelas públicas de 21 estados. Un estudio del 2008 sobre "Una educación violenta", se centra en el castigo corporal en las escuelas de Texas y Mississippi, dos de los estados donde más predomina esta práctica. En el texto se observó que el castigo corporal puede producir graves lesiones y se emplea de manera desproporcionada contra los alumnos negros y de educación especial.
En cuanto a la situación de la mujer, la discriminación está presente en el mercado laboral y en los lugares de trabajo.
Las mujeres estadounidenses son víctimas de violencia intrafamiliar. De acuerdo con una información de la Organización Nacional para las Mujeres, en aquella nación alrededor de 1 400 féminas son asesinadas a golpes cada año por su pareja. El cálculo anual de mujeres golpeadas en ese país es de entre dos y cuatro millones. Ellas tienen diez posibilidades más de ser agredidas que los hombres. Las mujeres separadas, divorciadas o solteras, así como aquellas de bajos ingresos y las afroamericanas, son víctimas en una medida desproporcionada de ataques y violaciones.
La tasa de violencia intrafamiliar en las familias que viven debajo de la línea de pobreza es cinco veces más alta que en las familias corrientes. Estadísticas muestran que el 37% de las mujeres en EE.UU. recibió tratamiento médico de emergencia debido a manifestaciones de violencia intrafamiliar por lo menos una vez; el 30% de las mujeres en estado de embarazo sufre ataques por parte de sus parejas; el 50% de los hombres estadounidenses ataca con frecuencia a sus esposas e hijos; el 74% de las profesionales sufre violencia por parte de sus colegas. Según un reporte de AP, la violencia familiar se está extendiendo a los lugares de trabajo.
El diario La Opinión, de Los Ángeles, dice que solamente en EE.UU. alrededor de 50 000 víctimas son traídas anualmente para la esclavitud sexual, de las cuales solo en Los Ángeles, sin incluir víctimas en fábricas o servicios domésticos, unas 10 000 mujeres viven retenidas en prostíbulos clandestinos.
En la nación norteña, el 40% de las prostitutas es de origen afroamericano y las afroamericanas son el 12% de la población, advirtió Richard Poulin, profesor titular en el Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Ottawa, reconocido investigador de los procesos de globalización de la industria del sexo, en una entrevista con el diario argentino Página/12.
Otro estudio publicado por el American Journal of Epidemiology, dice que la edad de fallecimiento promedio de las prostitutas en Estados Unidos es de 34 años. Otros análisis muestran que nueve de cada diez prostitutas anhelan vehementemente dejar su actividad y casi la mitad ha intentado cometer suicidio al menos una vez. (SE)
NOTA: Mientras se dedica a denigrar a Cuba, acusando a su Gobierno de traficar con niños y mujeres para la explotación sexual, algo imposible en este país, El Gobierno de Estados Unidos, el mas rico y poderoso de la Tierra, permite esta situacion de parte de su niñez y de las mujeres de esa nación.

MENSAJE DE RENE GONZALEZ SEHWERERT, UN HEROE ANTI-TERRORISTA


La Esquina Bayamesa se honra publicando el Mensaje de Rene González Sehwerert, uno de los Cinco Héroes Cubanos, presos en cinco prisiones de máxima seguridad de Estados Unidos, por luchar contra el terrorismo generado en Estados Unidos contra el pueblo de la Mayor de las Antillas.

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Este nuevo acto de venganza, es otro llamado a cerrar filas

Queridos compatriotas. Amigos de todo el mundo:

Una vez más, la mascarilla judicial de la sociedad más hipócrita jamás erigida se deshace, dejando al descubierto el rostro verdadero del imperialismo norteamericano y abofeteando la conciencia del mundo con un cínico mensaje: No serán sus propias leyes las que les impidan garantizar la impunidad a sus terroristas.

No ha tomado mucho para que comprendamos lo que en el argot del establishment norteamericano significa —al menos cuando se trata de Cuba— la palabra cambio.

La madeja de crímenes, genocidios, arrogancia y bajezas sobre la que se ha tejido la psiquis de este imperio no se desenredará por la elección de un carismático presidente, oportunamente sacado de entre un sector aún oprimido del pueblo norteamericano.

Para nosotros Cinco, sometidos a más de una década de ensañamiento ruin y cobarde, no es más que la reiteración de una familiar moraleja: No importa cuán bajo hayan podido caer nuestros captores, ellos siempre podrán demostrarnos su infinita capacidad de rebajarse aún más.
Para nosotros y para nuestras familias, ya cualquier momento sería demasiado tarde para recibir justicia.

También lo será para los pueblos nativos diezmados; para los países cuyos territorios han sido usurpados; para los millones de seres humanos incinerados vivos por bombas incendiarias, o desaparecidos por dictaduras cómplices, o torturados bajo la asesoría de oficiales yankis, o masacrados alrededor del mundo por apetencias corporativas. Es demasiado tarde para hacer justicia a las miles de víctimas del terrorismo contra Cuba; terrorismo cuya prevención es nuestro imperdonable crimen.

Frente a esos millones de víctimas; niños inocentes de todas las edades; ciudadanos de todas las razas y credos convertidos, bajo las más disímiles y ordinarias circunstancias, en daños colaterales; seres humanos privados del elemental derecho a la vida en la seguridad de sus hogares, en el seno de sus familias o arrancados abruptamente y sin aviso a la cotidianeidad; nosotros Cinco somos afortunados.

Somos Cinco soldados, ocupantes conscientes y orgullosos de una trinchera, que hemos escogido levantarnos por algo antes que caer por nada, espejo vivo de la moral de un pueblo en que el enemigo ve reflejados, lleno de impotencia y rabia, su falta de valores, su pobreza de espíritu, la fragilidad de su autoimagen y todas sus miserias.

Somos Cinco revolucionarios cubanos a los que no podrán doblegar jamás, y habrán de vivir cada día la humillación de ser incapaces de entender el porqué.

Para los pueblos de todo el mundo la desfachatez de este proceso es la reiteración de una vieja lección: Enfrentamos un imperio que no reparará en cualquier crimen, conque solo calcule que se podrá salir con la suya. No habrá consideración ética o clamor universal que les haga detenerse, solo el precio que les imponga la resistencia.

Para el pueblo de Cuba, al que va dirigido este nuevo acto de venganza, es otro llamado a cerrar filas, a no creer en apariencias, a esperar del agresor siempre lo peor, y a no cejar en la edificación de una sociedad en que la hipocresía, el revanchismo, la indignidad, la mentira y la cobardía que han impulsado un proceso como el nuestro estén bien lejos de ser, como lo son en el vecino imperio, virtudes ciudadanas.

Esa será la única medida de justicia digna de todas sus víctimas. Hasta la Victoria Siempre.


René González Sehwerert