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miércoles, 21 de octubre de 2009

Cuba hace un trabajo mejor que el nuestro en tiempo de huracanes, reconoce Alcalde de Nueva Orleans



En una entrevista durante su viaje de seis días a la capital de Cuba para estudiar el sistema de prevención y respuesta de las autoridades cubanas ante los desastres en la isla, el alcalde de Nueva Orleans Ray Nagin dijo a la AP que “una de las mayores debilidades que tuvimos durante el huracán Katrina es que no estaba claro quién era la máxima autoridad”.


“El presidente y el gobernador van y vienen (en Nueva Orleans) … En Cuba no tienen ese problema”, dijo Nagin. “El gobierno dice: ‘Esto es lo que estamos haciendo, estos son los recursos que se van a implementar, y qué hay que hacer”.

El alcalde de la ciudad norteamericana y 15 funcionarios del Estado, incluidos de la policía, los bomberos y agencias portuarias, se reunieron con autoridades cubanas de defensa civil y asistieron a presentaciones sobre la estrategia que utiliza la isla para movilizar a la población durante los desastres.

Nagin dijo que en este viaje a La Habana, su delegación había pasado mucho tiempo aprendiendo de los cubanos cómo prepararse para las grandes tormentas, de acuerdo con Reuters.

Katrina inundó el 80 por ciento de Nueva Orleans cuando azotó la costa estadounidense del Golfo de México el 29 de agosto del 2005. Costó la vida de 1 600 personas en Louisiana y Mississippi, con pérdidas materiales valoradas en 41,1 mil millones.

Cuba es maltratada casi todos los años por los huracanes, pero moviliza a todas sus fuerzas para proteger y evacuar a la población más necesitada, por lo que la cifra de muertos ante estos desastres es muy baja. Los huracanes Gustav, Ike y Paloma azotaron duramente la isla el año pasado, causando pérdidas por más de 10 mil millones de dólares en daños. Murieron solo siete cubanos.

“Creo que (Cuba) hace un trabajo mucho mejor que el nuestro en la atención a sus ciudadanos en un nivel muy, muy detallado, cuadra por cuadra”, dijo Nagin.

En Cuba, los Comités de Defensa de la Revolución en casi cada esquina atienden a cada uno sus vecinos en caso de tormenta. Ayudan con las evacuaciones y la prestación de servicios sociales.

El alcalde también se reunió con el presidente de la Cámara de Comercio de Cuba y habló con las autoridades que se encargan de gestionar los lugares turísticos y el puerto de La Habana. Hasta finales de 1950, Cuba fue uno de los principales puntos de intercambio comercial para el puerto de Nueva Orleans.

“Ellos no tienen por qué ir hasta Vietnam para comprar el arroz, ni buscar en China esto y aquello. Podían obtenerlo directamente de nosotros”, dijo Nagin. “Nosotros cultivamos de todo”.

“Creo que hay un reconocimiento de que algo mejor va a ocurrir entre Cuba y los Estados Unidos”, dijo Nagin a la AP. “La pregunta es, ¿cuánto?”

En el 2005, el líder de la Revolución Fidel Castro ofreció a los EE.UU. de asistencia médica para las víctimas del Katrina, incluyendo el envío de médicos a la zona para tratar a quienes habían sobrevivido a la tormenta. El Departamento de Estado rechazó la oferta.

LA NOCHE DEL TERROR EN BAYAMO. 21 DE OCTUBRE DE 1957

Aquella fue la noche de los disparos. El terror generado por el miedo, se generalizó en Bayamo el 21 de octubre de 1957, cuando la soldadesca batistiana tomó las calles, en un acto represivo que dejó secuelas fatales en las familias de esta ciudad.



La cobardía de la dictadura de manifestó de manera cruel contra la población bayamesa.

Las calles vacías, solo ocupadas por los vehículos llamados “”microondas”” en los que sus ocupantes apuntaban sus fusiles contra todo lo que se moviera a su alrededor, mostraban una ciudad muerta, infeliz.

Miles de disparos se escucharon en esa noche interminable que parecía no tener fin, era como si el tiempo se hubiera detenido para propiciar los horrendos asesinatos que indignarían aún más a los bayameses.

No hubo misericordia alguna para aquellos jóvenes. Sus cuerpos cercenados mostraban las huellas de la tortura, expresión macabra de las dictaduras dispuestas a mantener su “”orden”” de la paz en los sepulcros.

Vicente Quesada O Connor, Mario Alarcón, Pedro Batista Fonseca, Mardonio Hechavarría, Rubén Nogueras Castillo, Idalberto Tamayo, Gilberto López Bosch y Luís Felipe Lotti Osorio, pagaron con la vida sus ansias libertarias.

Ellos fueron secuestrados de sus hogares de manera salvaje por los represores del pueblo, los que desoyeron el reclamo de sus familiares ante tanto abuso y desconsideración.

Los ocho revolucionarios bayameses se convirtieron desde entonces en ejemplo para aquella generación, que enfrentando a los criminales no cejó en el empeño de ver a Cuba Libre de aquel desgobierno de Fulgencio Batista.

La Noche del Terror quedó para siempre en la memoria del pueblo, que jamás permitirá la repetición de tan abominable historia que cambió de manera definitiva el Primer Día de Enero de 1959.