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lunes, 25 de octubre de 2010

A NUEVA YORK, LA GRAN MANZANA, SE LA COMEN LAS CHINCHES

Nueva York, 25 oct (EFE).- Las chinches de cama se han convertido en un verdadero problema económico para Nueva York, que ve cómo comienzan las cancelaciones turísticas y se reducen las visitas a cines, teatros, tiendas y lugares públicos por miedo al ataque de estos insectos.
Desde el Empire State Building hasta algunas de las tiendas más populares de la Quinta Avenida, pasando por el mismísimo Lincoln Center, las salas de cine de Times Square y hasta el lujoso hotel Waldorf Astoria, están teniendo que lidiar estos días con la mala prensa que supone reconocer que han detectado algún foco.
"Hasta que esto no pase, prefiero no acercarme por Manhattan.
Todo lo que necesito lo tengo por mi barrio, así que esperaré, porque como te toque, te metes en un verdadero problema", aseguraba a Efe Teri Schnieder, una treintañera estadounidense que dice tener más miedo al coste de desinfectar su pequeño apartamento del barrio neoyorquino de Brooklyn que a las picaduras o al estigma.
Además de las picaduras, que provocan un prurito (picor) especialmente intenso y duradero, y del estigma que conlleva, los afectados temen infectar sus hogares, de donde es particularmente difícil sacarlos y en numerosas ocasiones se requieren los servicios de fumigadores profesionales.
Las chinches -que según una encuesta del diario Daily News han afectado a uno de cada diez neoyorquinos en los últimos meses y son su principal preocupación sanitaria- se alimentan de sangre de seres humanos y otros animales y son más activas por las noches, por lo que en la mayoría de los casos atacan en las camas.
Ello explica que entre los más afectados por esta plaga, que afecta a todo el país, aunque parece tener su principal foco en Nueva York, sean los hoteles.
Sin embargo, en los últimos meses se han detectado también en conocidas tiendas de ropa como Abercrombie Fitch, Bloomingdale's, Victoria Secret, Hollister, en los populares cines AMC de Times Square y en museos, colegios y edificios públicos de la ciudad.
Todo ello ha motivado que se estén cancelando reservas turísticas para la Gran Manzana, algo que preocupa al sector y las autoridades, especialmente ahora que se acercan las festividades de Acción de Gracias y Navidad.
El equipo del alcalde, Michael Bloomberg, estudia cómo hacer que este problema con las chinches -que pueden permanecer en dormancia y sin comer por más de un año- no afecte a la imagen de la ciudad y a su lucrativo sector turístico, al tiempo que ha difundido folletos en diferentes idiomas para ayudar a prevenirlas, detectarlas y combatirlas.
Hasta que se encuentre una solución más efectiva, los locales desinfectan las zonas afectadas e, incluso, algunas tiendas han llegado a poner perros en las puertas que supuestamente son capaces de detectar si alguien entra con chinches.
Los teatros de Broadway temen que los turistas compren menos entradas para ver musicales, un plan muy típico de estas fiestas en Nueva York, mientras los hoteles aumentan su información sobre las medidas que toman para garantizar que están libres de estos animales, que a medida que chupan sangre aumentan de tamaño y se oscurecen hasta asemejarse a una pepita de manzana.
Las chinches se pueden ver a simple vista en las costuras de los colchones y los huecos que se forman entre la pared y la moqueta o el cabecero de la cama. El aspecto de las picaduras varía, pero suele asemejarse a las de los mosquitos, aunque su picor es más intenso y la marca perdura por mucho más tiempo.
Aunque la agencia pública que centraliza la imagen y campañas turísticas de Nueva York descarta tener no ticia de que haya habido cancelaciones directamente relacionadas con esta plaga, sí reconoce que es un problema que hay que vigilar, al tiempo que los comentarios sobre chinches abundan en las críticas y foros de webs de reservas turísticas como Hotels.com o TripAvisor.com.
Además, responsables de establecimientos públicos se quejan del efecto que está teniendo en la imagen de la ciudad y en sus propios negocios, mientras se multiplican los anuncios publicitarios de empresas de fumigación y productos especializados.
"Tener picaduras de chinches se ha convertido ya en una seña de identidad de los verdaderos neoyorquinos", bromeaba en declaraciones a Efe un médico de cabecera, que explicaba que cada vez es más habitual que a su consulta lleguen "personas con fuertes picores, casi siempre en las extremidades y la cadera". EFE
M. H. Lagard

ALGO MAS SOBRE MARIO VARGAS LLOSA

Por Tomás Borge
Escribí un artículo sobre Mario Vargas Llosa y lo consulté con Marcela Pérez Silva a quien respeto y admiro por su honestidad y talento. Peruana, al fin, no estuvo de acuerdo con las críticas al novelista. Para los peruanos Vargas Llosa es tan sagrado como el himno nacional.
Los revolucionarios peruanos —casi todos los peruanos— están orgullosos. Pregúntenselo al excelente poeta Arturo Corcuera o al hombre de bien, César Lévano, director del prestigiado diario “LA PRIMERA”, quienes, en esencia, han escrito panegíricos sobre el extraordinario escritor con suavísimos señalamientos críticos. Si ahora se lo propusiera, Vargas Llosa sería presidente del Perú con la incertidumbre y el riesgo inevitable sobre sus relaciones con los países del Alba. Incluso a mí se me alegró el oído al escuchar la noticia del galardón, lo cual más bien debe incomodar a Vargas —si acaso le da una ojeada, desde su olimpo, a este escrito. Considero, como un deber, no obstante, referirme a las atrocidades de Vargas Llosa contra Fidel y la revolución cubana, puesto que prefiero la muerte a la cobardía del silencio. No me asusta —pero duele— saber cómo Marcela y la inmensa mayoría de los peruanos no estarán conforme con mis apreciaciones.
Desde que Mario Vargas Llosa escribió “Conversaciones en la Catedral”, o a lo mejor antes, debió de haber recibido el premio Nobel.
Este premio debería ser entregado por méritos literarios y no por inclinaciones ideológicas. Fue por la triste manera de ver al mundo y por sus barbaridades políticas, que el brillante novelista —según se dice— no fue galardonado. Parece ser que quienes deciden sobre esta merced se han vuelto conservadores o menos exigentes. Le otorgaron el Nobel de la Paz a Obama, quien aún no ha demostrado tener suficientes méritos y, ahora, a un disidente chino. Por muy justa que sea la honra a Mario Vargas Llosa, tal decisión se enmarca, al parecer, en esta nueva cultura derechista sueca.
Si el parámetro para dar esa distinción siguiese siendo las bajas notas ideológicas, Vargas jamás sería digno de semejante honor.
En fecha reciente dijo: “Esta mañana he vivido esa sensación de asco e ira, viendo al risueño presidente Lula del Brasil abrazar cariñosamente a Fidel y Raúl Castro”. Esta aversión la tiene el Nobel de Literatura por Daniel Ortega, Evo Morales, Hugo Chávez, Rafael Correa y cuanto revolucionario exista sobre la tierra.
Marcela —quien es revolucionaria y admiradora de Fidel— hubiese preferido que no se dijera semejante tosquedad, pero se dijo y fue publicada en las leídas páginas del diario, ahora derechista, de España, “El País” y reproducida quien sabe en cuantos medios de derecha de este mundo que son los más leídos y numerosos. No es para nada un accidente de que estos dueños de la información del engaño perfecto resalten más las posiciones ideológicas y políticas del afortunado Nobel que sus méritos literarios.
No le agrada al célebre escritor la amistad de Lula con Fidel quien es objeto de reconocimiento por todos los líderes mundiales e intelectuales de mayor renombre: Mandela, Felipe González, Mario Benedetti, García Márquez, Julio Cortázar, el Rey de España e incontables y prestigiadas celebridades, de casi todos los premios Nobel de la Paz y de la Literatura.
La revolución cubana ha obtenido —y así lo reconocen los organismos especializados de las Naciones Unidas— logros extraordinarios en cuanto a desarrollo humano, abolición del racismo, acceso a la cultura, nutrición, protección a los ancianos y al medio ambiente y mortalidad materna. Cuba es el país más avanzado de la tierra en los índices de mortalidad infantil. Cuba ha contribuido a eliminar el analfabetismo en Bolivia, Venezuela y Nicaragua. Cuba ha operado con éxito a más de un millón de latinoamericanos de cataratas y otros males de la visión, incluyendo a miles de compatriotas de Vargas.
A Mario Vargas Llosa —quien tiene un lucero literario en la frente y rechaza a Cuba y Fidel— no le produjo repugnancia abrazar al repugnante cómplice de Bush y Tony Blair en la guerra contra Irak que costó más de un millón de vidas inocentes, José María Aznar. Y le produce simpatía el terrorista cubano Luis Posada Carriles, responsable del crimen de un avión donde murieron casi un centenar de deportistas cubanos. Ninguno de los matarifes, ultraderechistas de este planeta azul le producen rechazo al exquisito escritor peruano.
Sin duda, hay una feroz y descomunal desarmonía entre la luminosa creación del novelista con mayor estatura del Perú y sus fobias y simpatías ideológicas y políticas. Lástima.
Tomado de http://www.diariolaprimeraperu.com/