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lunes, 11 de julio de 2011

JOSE JOAQUIN PALMA: UNA INCURSIÓN CONTRA EL SILENCIO

Por: Lic. Evelio Traba Fonseca Es sin dudas Bayamo, la ciudad de Cuba que mayores tributos prodigó a la historia patria, pero esta contribución no puede ser vista únicamente desde el deslumbramiento de la hazaña; la hombradía de bien y la sensibilidad existen como antesala del acto heroico, pues no en vano es la mayor de las Antillas en el panorama continental, una de esas repúblicas donde gran parte de sus próceres fueron adalides de la cultura y hombres de elevadas concepciones éticas.
Entre ellos se halla, dotado de una visibilidad prominente, José Joaquín Palma, poeta, pedagogo, filántropo y diplomático cuyos esfuerzos estuvieron siempre consagrados a la causa de la libertad. Pero infelizmente, el decursar de las épocas reviste de cierta crueldad a las preferencias de la Historia y ésta desconoce o silencia el legado de sus mejores hijos, tal es el caso de Palma, redescubierto en Cuba en la década de 1940 con motivo del centenario de su natalicio por críticos e historiadores interesados en reclamar para él un puesto merecido con toda justicia. En 1844?año fatídico de la Conspiración de La Escalera ? nació el bardo en "la muy respetable y fiel Villa de San Salvador", en la antigua Calle del Ají, en casa contigua al Convento de Santo Domingo. Provenía Palma de uno de los linajes más nobles y antiquísimos de Bayamo, preponderancia que le dispensó una esmerada educación en el Convento de San Francisco (primera institución docente de Cuba) donde comenzó a permearse de estudios de latín, Aritmética y Gramática, mereciendo el elogio de sus preceptores y condiscípulos. Tocado por el ángel de la poesía, fue Palma un improvisador sagaz, heredero de una fuerte tradición trovadoresca arraigada en su suelo natal; pero la inspiración y verba no podían prosperar lejos de las ansias libertarias, y Palma, admirador incondicional de Carlos Manuel de Céspedes, con sólo 24 años se lanzó a una guerra que se auguraba prolongada y fatal para sus protagonistas. Resultó entonces hombre de confianza para el Padre, quien supo adivinar en la integridad y prestancia de su juventud el carisma necesario para proseguir la ofensiva justa contra la metrópoli hispana. Una vez nombrado Director de "El Cubano Libre", primer órgano de prensa mambí, pasó a ser ayudante de campo de Céspedes, adjudicándose entre otros tantos méritos el de haber reclutado a Máximo Gómez en su residencia de "El Dátil", el de haber redactado la primera biografía conocida del Iniciador, sin contar su resolución de prender fuego a la casa en que había venido al mundo, lugar al que volvió muchos años después y del cual conservó para siempre restos de horcones destruidos por la voracidad de la quema. Patriota a toda prueba, luego de casi un lustro de contienda, le fue encargada por el Hombre de La Demajagua una importante misión en el exterior en pos de recabar fondos para la causa. Luego de la tragedia de San Lorenzo, noticia que recibió en Kingston a pocos días del hecho, decidió establecerse en Guatemala, pues era conocedor de las divisiones internas y el espíritu de partido de muchos cubanos y tenía la certeza de que una vez desaparecido Céspedes, el fracaso de la contienda estaba prácticamente asegurado. De su prolongada estancia en la tierra del quetzal, nació una estrecha y franca amistad con José Martí que perduró por largos años. De esa época data una carta contenida en la edición tegucigalpeña de "Tinieblas del alma" (1882) en que Martí, evidentemente conmovido por la belleza de la poesía palmiana, lo ubica entre las liras privilegiadas del continente, coincidiendo en ello con Rubén Darío, quien fue entrañable amigo y admirador el poeta de Azul. En Guatemala ganó no sólo la fama del rapsoda enardecido, ejerció también el magisterio logrando convertirse en preceptor de la juventud guatemalteca de fines de siglo XIX y una de las figuras prominentes de la cultura de esa nación. En sus versos se hace patente la constante nostalgia y evocación de Cuba y dentro de ese cuadro afectivo sobresale su vínculo mágico con Bayamo, su flora, las aguas serenas de su río y la naturaleza típica de sus gentes. Aún tenemos los bayameses una deuda espiritual con el poeta, y es la plantación de un sauce que custodie sus restos tal y como pidiese en sentidos versos, pero un paso decisivo es el homenaje oportuno que recibirá su memoria por parte de las instituciones culturales de Bayamo como una valiosa iniciativa del Centro de Promoción Literaria Juan Clemente Zenea, UNEAC, Asociación Hermanos Saíz y Casa de la Nacionalidad. Valga pues el gesto de recordación a efectuarse del 2 al 25 de agosto del presente año, jornada que incluirá recitales de poesía y trova, conferencias y lecturas de narrativa, organizadas por dichas instituciones. Valga la rememoración necesaria para descubrir al hombre que palpita bajo el sedimento de la memoria colectiva, queremos al poeta sanguíneo y seductor entre nosotros, necesitamos al Palma secreto, al hombre hasta ahora escondido ante nuestros ojos. Tomado del Boletin de la Casa de la Nacionalidad Cubana de Bayamo

COCO FARIÑAS Y SU ÚLTIMA BUFONADA

Por Naislet Rojas Vuelve Guillermo Fariñas a hacer de las suyas. No respeta ni códigos, ni leyes, ni nada. Desacata todo tipo de reglamento solo porque según él y su mal juicio en Cuba todo anda mal, incluso los requerimientos de un establecimiento público para conservar la disciplina.
El jueves en la noche Fariñas llegó a la Estación de Ferrocarriles de Santa Clara. Allí como en cualquier parte del mundo, solo pasan al andén pasajeros con boletos en mano. Ah pues Fariñas quiso pasar a por todas. Necesitaba despedir a un compinche y las últimas instrucciones debían ser justo delante de la línea férrea, punto que por cuestiones de seguridad se le impide a cualquier ciudadano. Como buen rufián asedió la instalación por varios sitios y ante la invulnerabilidad de la vigilancia golpeó entonces al custodio con un paraguas como un vulgar desajustado. Por la provocación mencionada fue detenido de inmediato. En la estación a donde fue conducido, volvió a sus andanzas; rompió un cristal con el fin de autoagredirse. Claro, no era la herida por la herida, se trataba de otra artimaña para sacar a escena su papel de víctima golpeada. Luego alguna prensa internacional diría: El opositor Guillermo Fariñas fue brutalmente golpeado por la policía nacional… bla bla bla bla bla. Que pena por Fariñas, quien presume ser un intelectual; al final del teatro, solo rasga vestiduras para gastar el dinero del imperio y su comparsa. Tomado de Cambios en Cuba