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martes, 13 de septiembre de 2011

LLEGA NUEVO JEFE DE LA OFICINA DE INTERESES DE ESTADOS UNIDOS EN CUBA




La Habana, 13 sep (EFE).- El nuevo jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) en Cuba, John Caulfield, ya se encuentra en La Habana, informó hoy esa representación diplomática.
Caulfield, un diplomático de carrera que hasta ahora era el encargado de negocios de la embajada norteamericana en Caracas, llegó ayer martes a la capital cubana y su misión durará tres años.
En una declaración ofrecido que "es un honor para mí servir al presidente (Barack) Obama y al pueblo estadounidense en La Habana. EE.UU. y Cuba comparten una larga y compleja historia.
Yo estoy deseando conocer Cuba y al pueblo cubano y al mismo tiempo promover los intereses estadounidenses aquí".
En sus más de 30 años de carrera, Caulfield, licenciado en Relaciones Internacionales y Estudios sobre América Latina en la Universidad de Saint Joseph (Filadelfia), ha ocupado diversos cargos relacionados con América Latina y con asuntos consulares.
Fue cónsul general en Londres y de 2002 a 2005 ministro consejero en la embajada de Estados Unidos en Lima, añadió la SINA.
También se desempeñó como cónsul general en Manila y Ciudad Juárez (México) y dirigió la Oficina de Políticas y Asuntos Públicos del Buró de Asuntos Consulares del Departamento de Estado.
Estados Unidos y Cuba rompieron sus relaciones diplomáticas en 1961, pero en 1977 abrieron sendas representaciones en Washington y La Habana al amparo de la embajada de Suiza.
La SINA ocupa un moderno edificio de siete plantas frente al malecón habanero en el barrio de El Vedado. 
 
Tomado de Cambios en Cuba

UN PAIS ¨´ENEMIGO DE INTERNET¨¨ TRANSMITE POR TELEVISIÓN UN CURSO PARA PONER CONTENIDOS EN LA RED



Por Iroel Sánchez
Posicionamiento de EcuRed en distintos países según el indexador Alexa

El diario Granma acaba de anunciar que el próximo sábado comenzará a transmitirse por la televisión nacional un curso titulado “EcuRed, una enciclopedia colaborativa en la informatización cubana” en el que “se impartirán los elementos necesarios para promover el uso de esta importante herramienta en nuestra sociedad, a la vez que se capacitará a los seguidores del curso para la participación, desde cualquier lugar de la Isla, en la construcción colectiva de la Enciclopedia Colaborativa Cubana”.
Esta programación forma parte del espacio Universidad para todos, que desde hace años facilita a los cubanos de manera masiva el acceso a conocimientos de las ciencias, las artes, la literatura y las lenguas extranjeras y tendrá como plataforma para el trabajo práctico más de 600 instalaciones  distribuidas en todos los municipios del país llamadas Joven Club, que han capacitado a millones de pobladores en el uso de la informática.
Por las restricciones económicas que le impone el bloqueo norteamericano, limitando los recursos para financiar el tráfico internacional y desarrollar sus infraestructuras, Cuba sólo dispone hoy de poco más de 400 megabites por segundo para el acceso a Internet de todo el país, cifra que es menor que la de cualquier instalación comercial en una nación del primer mundo. Por esa razón, el país ha decidido priorizar en su proceso de informatización el uso social de estas tecnologías en universidades, instituciones científicas y de salud, entre otras. La mayor red cubana, Infomed, con más de 100 mil usuarios, tiene solo 16 Megabit en el canal de Internet y los Joven Club, como ya dijimos con más de 600 instalaciones en todo el territorio nacional, 6 Megabit.
Mientras de un lado EE.UU. restringe las posibilidades de la Isla para el acceso a las redes, por el otro utiliza distintas vías para proveer  conectividad de banda ancha a las personas que dentro del país  financia para derrocar al gobierno revolucionario. Estados Unidos sólo piensa en quienes le sirven en Cuba, el gobierno cubano en los que más lo necesitan para beneficiar a su pueblo: científicos, médicos, estudiantes y docentes universitarios, entre otros.
Ahora, este curso sobre la Enciclopedia Colaborativa Cubana, ya con más de 54 000 artículos y 10 400 colaboradores, permitirá que los cientos de miles de cubanos con acceso a las redes vuelquen en ella todo ese potencial acumulado en beneficio de su sociedad y del mundo que cada vez más accede a EcuRed.
Ya hemos descrito cómo funcionan las campañas contra Cuba, magnificando las consecuencias de las acciones del gobierno estadounidense y convirtiéndolas en materia prima de los estereotipos con que todos los días operan los grandes medios para referirse a lo que ocurre en la Isla.
Cuando EcuRed salió a la luz en diciembre pasado, la sorpresa de la gran prensa fue tan grande que optaron por atribuirla al gobierno cubano para no reconocer que ya miles de personas, mayoritariamente jóvenes, participaban de su crecimiento, ¿qué diran ahora, cuando el país que según esos mismos medios es “enemigo de Internet” califica masivamente a la sociedad para poner contenidos en ella?
(Publicado en CubAhora)

LOS CUBANOS QUE LA CIA ENTRENÓ COMO TERRORISTAS CAMINAN LIBREMENTE POR LAS CALLES DE MIAMI



El 11 de Septiembre
Lázaro Fariñas* |      
  La historia juega con las fechas del almanaque, tal parece que se ríe de ellas. Hay hechos históricos que, por una razón u otra, han ocurrido el mismo día, aunque en diferentes años.   El Comandante Ernesto Guevara  nació el mismo día que el General Antonio Maceo. El presidente chileno Salvador Allende fue derrocado el mismo día que los terroristas derribaron las Torres  Gemelas de Nueva York. El ataque japonés a  Pearl Harbor ocurrió el mismo día en que Maceo cae en combate en la provincia de La Habana. Un hecho histórico, aunque solo para mí, es que llegué a este mundo, con 25 años de diferencia, el mismo día en que fue asesinado por órdenes de la CIA en Bolivia el Comandante Guevara.  Si alguien se pusiera a registrar la historia de la humanidad, se encontraría miles de hechos importantes para la evolución de la misma que han ocurrido el mismo día y mes.
El 11 de septiembre de 1973, con el visto bueno del gobierno norteamericano presidido por Richard Nixon, Salvador Allende, presidente constitucional de Chile, fue derrocado en un golpe de estado criminal por el general Augusto Pinochet. Allende perdió la vida ese día, como también la perdieron miles de sus compatriotas a partir de esa fecha. El gobierno de los Estados Unidos conspiró con los golpistas chilenos para destruir la democracia en aquel país e imponer una dictadura que duró 17 años de crímenes y asesinatos políticos. La gran potencia que enarbola la bandera de la democracia, del antiterrorismo y los derechos humanos, le dio la luz verde a unos militares de la peor calaña para que impusieran un régimen de terror en aquella nación suramericana. Desgraciadamente, aquel horrible hecho de la toma del poder en Chile por una banda de asesinos, solo fue posible por anuencia de las autoridades norteamericanas de aquella época.
¿Quién podía pensar que 28 años después un grupo de terroristas pertenecientes a una organización   dirigida por un hombre entrenado por la misma agencia de inteligencia que le dio apoyo a los militares chilenos iban a cometer un horrible acto de terror en el mismo corazón de la ciudad más importante de los Estados Unidos?
La CIA entrenó a Bin Laden  para que luchara contra los soviéticos en Afganistán, este cumplió con sus entrenadores, pero utilizó más tarde lo aprendido para planear el peor acto criminal que se haya cometido contra la población civil en este país. No fueron miembros del ejército, ni de las agencias de inteligencia, las víctimas de los ataques terroristas contra las torres en Nueva York,  fueron personas que nada tenían que ver con la política del gobierno de los Estados Unidos, fueron simples ciudadanos que nada tenían que ver con las acciones de su gobierno. Fue un acto criminal perpetuado por criminales contra la inocente población civil. El terror para crear terror, el terror que creó desmedidas reacciones por parte del gobierno de este país que han sido catastróficas para miles y miles de personas inocentes quienes tampoco tenían nada que ver con las acciones de sus gobiernos.
El gobierno presidido por George W Bush, con sus posteriores acciones, enajenó todas las simpatías y la impresionante solidaridad que del mundo recibió esta nación por los actos terroristas que contra ella se cometieron el 11 de septiembre de 2001.   Toda la violenta historia pasada de este país quedó eclipsada ante los horribles hechos que ocurrieron aquella mañana de septiembre de 2001 y el mundo entero le rindió las mayores condolencias a esta nación por el horrible crimen cometido contra la misma.
El repudio mundial contra EE.UU. por los bombardeos atómicos contra la población civil de Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial desapareció ante los criminales actos del 11 de septiembre de 2001. La opinión pública mundial abrazó a esta nación. ¿Y qué hicieron sus gobernantes?  Pues nada menos que, en vez de eliminar los campos de entrenamiento de los terroristas de Al Qaeda, invadieron a Afganistán, derrocaron al gobierno y comenzaron una guerra que, diez años después, continúa con un tremendo balance de miles de muertos y miles de millones de dólares en gastos militares.  ¿Qué hicieron también? Sin que nada indicara que Saddam Hussein, el gobernante de Irak, tenía nada que ver con el terrorismo internacional, comenzaron a bombardear Bagdad mientras desembarcaban tropas militares para ocupar aquel país que nada tuvo que ver con los criminales actos terroristas de Nueva York. Otra vez, decenas de víctimas inocentes, otra vez la agresión, otra vez enajenarse la opinión pública internacional.
Ahora, hace unos meses, comenzaron con los ataques contra Libia, miles de inocentes muertos, víctimas de una llamada guerra antiterrorista. 
Cosa curiosa,  exactamente tres años antes de los actos terroristas de Nueva York,   el 12 de septiembre de 1998, un grupo de jóvenes cubanos fueron arrestados en La Florida por estar buscando información antiterrorista entre las organizaciones que han cometido actos de ese tipo contra su país. Aquí están, presos, trece años después. Los cubanos que la CIA entrenó como terroristas caminan libremente por las calles de Miami, al igual que lo hacía, hasta hace poco, otro de sus entrenados en Pakistán, hasta que decidieron eliminarlo. 
*Lázaro Fariñas periodista cubano residente en EE.UU.
Fuente original  : MARTIANOS-HERMES-CUBAINFORMACIÓN
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UNA REVELADORA CONDUCTA QUE NUNCA SE HA VUELTO NOTICIA



Por Ricardo Alarcón de Quesada*
Cuando el 25 de abril el gobierno de Estados Unidos se opuso a la solicitud de Habeas Corpus de Gerardo Hernández Nordelo, lo hizo de modo muy categórico. Washington quiere que el tribunal de Miami no acepte esa petición y que lo haga sin convocar una audiencia para examinar sus méritos, sin escuchar a Gerardo, sin presentar las evidencias que oculta. Así; responde al último recurso de un hombre condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años.
De modo semejante, Washington solicitó que sea desestimada la apelación de Antonio Guerrero y la de René Gonzalez. Estos tres cubanos, junto a Ramón Labañino y Fernando González, fueron detenidos el 12 de septiembre de 1998 en la ciudad de Miami, cuando monitoreaban actividades terroristas que contra Cuba se organizaban desde ese territorio.
Hace ya más de un siglo John Swinton, quien fuera durante un largo periodo redactor jefe de The New York Times dijo: “Si publicara mis opiniones honestas en mi periódico antes de 24 horas quedaría sin empleo. El oficio de los periodistas es destruir la verdad, mentir abiertamente, pervertir, difamar, adular a los pies del dios dinero”. Ustedes lo saben y yo lo sé. Somos los instrumentos y los vasallos de los hombres ricos que mandan tras el escenario. Somos las marionetas, ellos mueven los hilos y nosotros bailamos. Nuestros talentos, nuestras posibilidades y nuestras vidas son la propiedad de otros hombres. Somos prostitutos intelectuales.”
En el tiempo transcurrido desde que Swinton hiciera su memorable denuncia la situación ha evolucionado en un sentido aún más desfavorable para la libertad. Y en el caso de nuestros compatriotas el silencio de los medios ha sido total.
¿Por qué ese silencio? ¿Es que Cuba, su Revolución, sus problemas, han sido temas de escaso interés para esos medios? Cuba ha recibido y recibe una atención incomparablemente mayor a la de otros países del continente; se nos analiza día y noche bajo potentes reflectores y poderosas lupas que tratan, casi siempre distorsionando, los más diversos aspectos de nuestra realidad. Entonces ¿por qué casi nunca han dicho algo sobre este caso? Si los Cinco hubieran cometido algún crimen, si alguno de ellos hubiera hecho o intentado hacer algo contra el pueblo estadounidense ¿tiene alguien la menor duda de que ellos habrían sido tema constante en la prensa de Estados Unidos?
Se trata de un caso del que casi nada se supo más allá de Miami. Las grandes corporaciones impusieron total silencio hacia afuera, mientras sus corresponsales en esa ciudad se unieron a medios locales de dudosa reputación para desatar una virulenta campaña contra los acusados que contribuyó a formar lo que la Corte de Apelaciones describió como una “tormenta perfecta” de prejuicios y hostilidad.
En 2006 se supo que esos “periodistas” eran pagados por el gobierno estadounidense. Desde esa fecha varias organizaciones, entre ellas el Partnership for Civil Justice Fund, están reclamando a Washington bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA) que entregue la información sobre estos pagos.
Esto tampoco ha sido reflejado en la prensa, por eso no le resultó difícil al gobierno mantener su obstinada posición y seguir imponiendo el secreto.
Tampoco ha encontrado obstáculos para mantener invisibles las imágenes de satélite;lite que celosamente guarda sobre el incidente del 24 de febrero de 1996. No permitiió que las vieran hace 15 años los investigadores de la Organización de Aviación Civil Internacional, se negó a presentarlas al Tribunal de Miami y ahora reitera su negativa.
Ese día la Fuerza Aérea cubana en cumplimiento de su deber y después de numerosas advertencias a las autoridades estadounidenses, interrumpió el vuelo de dos avionetas de la organización terrorista Hermanos al Rescate que habían penetrado el espacio aéreo cubano, violando nuestra soberanía y poniendo en peligro a la población de La Habana, algo que habían hecho antes en numerosas ocasiones. Gerardo Hernández Nordelo fue inculpado, sin prueba alguna, de forma burda y caprichosa por ese incidente.
Ningún tribunal de Estados Unidos tenía jurisdicción sobre tal hecho, salvo que hubiera ocurrido en el espacio internacional. La investigación realizada por la OACI reveló algo sorprendente. Pese a estar advertidas de antemano por su gobierno las estaciones de radar estadounidenses o no registraron el suceso u ofrecieron datos contradictorios o destruyeron esos datos.
De ahí el interés, primero de la OACI y luego de la defensa de Gerardo por las imágenes satelitales. El gobierno estadounidense nunca negó la existencia de esas imágenes, admitió tenerlas, pero lleva 15 años prohibiendo que alguien más pueda verlas.
¿Cómo explicar que hayan logrado ocultarlas con éxito durante tanto tiempo? Simplemente porque su reveladora conducta nunca se ha vuelto noticia.
Gerardo Hernández Nordelo no tuvo absolutamente nada que ver con lo que ocurrió el 24 de febrero de 1996. El propio gobierno de Estados Unidos, el de W. Bush, reconoció que carecía de pruebas para sostener su acusación contra Gerardo y pidió a última hora retirarla. Lo hizo en un documento oficial, titulado “Petición de Emergencia” y que, según ellos mismos, constituía una acción sin precedentes en la historia de ese país.
El documento, fechado mayo 25 de 2001, ya tiene más de 10 años, pero no existe para quienes se hacen llamar “medios de información”. De mi ancestro andaluz guardo cierta tendencia a la obstinación y por eso cargo con él de vez en cuando, pues los gitanos también creen en el azar. Nunca se sabe. A lo mejor un día alguien descubre que este documento existe.
La verdad es que los Cinco son completamente inocentes. Esa verdad consta en documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos y de sus tribunales. Que su misión era tratar de descubrir los planes terroristas contra Cuba están con todas las letras en numerosos escritos, desde el acta acusatoria inicial formulada contra ellos y en varias mociones de la fiscalía al comienzo del juicio y a lo largo de su desarrollo hasta las sentencias que al final les fueron impuestas.
En el juicio de Nuremberg un fiscal señaló que los que estaban entonces en el banquillo de los acusados no eran los únicos culpables. También lo eran quienes no los denunciaron, los que sabían y callaron.
La ausencia del tema de los Cinco Cubanos en los medios no es reflejo de incapacidad profesional de los periodistas sino que obedece a una decisión política de silenciarlo. El caso es un desafío para quienes intentan ser la conciencia crítica de la sociedad contemporánea. (Tomado de El Universal)
*Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba

UNA REVELADORA CONDUCTA QUE NUNCA SE HA VUELTO NOTICIA




Por Ricardo Alarcón de Quesada*
Cuando el 25 de abril el gobierno de Estados Unidos se opuso a la solicitud de Habeas Corpus de Gerardo Hernández Nordelo, lo hizo de modo muy categórico. Washington quiere que el tribunal de Miami no acepte esa petición y que lo haga sin convocar una audiencia para examinar sus méritos, sin escuchar a Gerardo, sin presentar las evidencias que oculta. Así; responde al último recurso de un hombre condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años.
De modo semejante, Washington solicitó que sea desestimada la apelación de Antonio Guerrero y la de René Gonzalez. Estos tres cubanos, junto a Ramón Labañino y Fernando González, fueron detenidos el 12 de septiembre de 1998 en la ciudad de Miami, cuando monitoreaban actividades terroristas que contra Cuba se organizaban desde ese territorio.
Hace ya más de un siglo John Swinton, quien fuera durante un largo periodo redactor jefe de The New York Times dijo: “Si publicara mis opiniones honestas en mi periódico antes de 24 horas quedaría sin empleo. El oficio de los periodistas es destruir la verdad, mentir abiertamente, pervertir, difamar, adular a los pies del dios dinero”. Ustedes lo saben y yo lo sé. Somos los instrumentos y los vasallos de los hombres ricos que mandan tras el escenario. Somos las marionetas, ellos mueven los hilos y nosotros bailamos. Nuestros talentos, nuestras posibilidades y nuestras vidas son la propiedad de otros hombres. Somos prostitutos intelectuales.”
En el tiempo transcurrido desde que Swinton hiciera su memorable denuncia la situación ha evolucionado en un sentido aún más desfavorable para la libertad. Y en el caso de nuestros compatriotas el silencio de los medios ha sido total.
¿Por qué ese silencio? ¿Es que Cuba, su Revolución, sus problemas, han sido temas de escaso interés para esos medios? Cuba ha recibido y recibe una atención incomparablemente mayor a la de otros países del continente; se nos analiza día y noche bajo potentes reflectores y poderosas lupas que tratan, casi siempre distorsionando, los más diversos aspectos de nuestra realidad. Entonces ¿por qué casi nunca han dicho algo sobre este caso? Si los Cinco hubieran cometido algún crimen, si alguno de ellos hubiera hecho o intentado hacer algo contra el pueblo estadounidense ¿tiene alguien la menor duda de que ellos habrían sido tema constante en la prensa de Estados Unidos?
Se trata de un caso del que casi nada se supo más allá de Miami. Las grandes corporaciones impusieron total silencio hacia afuera, mientras sus corresponsales en esa ciudad se unieron a medios locales de dudosa reputación para desatar una virulenta campaña contra los acusados que contribuyó a formar lo que la Corte de Apelaciones describió como una “tormenta perfecta” de prejuicios y hostilidad.
En 2006 se supo que esos “periodistas” eran pagados por el gobierno estadounidense. Desde esa fecha varias organizaciones, entre ellas el Partnership for Civil Justice Fund, están reclamando a Washington bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA) que entregue la información sobre estos pagos.
Esto tampoco ha sido reflejado en la prensa, por eso no le resultó difícil al gobierno mantener su obstinada posición y seguir imponiendo el secreto.
Tampoco ha encontrado obstáculos para mantener invisibles las imágenes de satélite;lite que celosamente guarda sobre el incidente del 24 de febrero de 1996. No permitiió que las vieran hace 15 años los investigadores de la Organización de Aviación Civil Internacional, se negó a presentarlas al Tribunal de Miami y ahora reitera su negativa.
Ese día la Fuerza Aérea cubana en cumplimiento de su deber y después de numerosas advertencias a las autoridades estadounidenses, interrumpió el vuelo de dos avionetas de la organización terrorista Hermanos al Rescate que habían penetrado el espacio aéreo cubano, violando nuestra soberanía y poniendo en peligro a la población de La Habana, algo que habían hecho antes en numerosas ocasiones. Gerardo Hernández Nordelo fue inculpado, sin prueba alguna, de forma burda y caprichosa por ese incidente.
Ningún tribunal de Estados Unidos tenía jurisdicción sobre tal hecho, salvo que hubiera ocurrido en el espacio internacional. La investigación realizada por la OACI reveló algo sorprendente. Pese a estar advertidas de antemano por su gobierno las estaciones de radar estadounidenses o no registraron el suceso u ofrecieron datos contradictorios o destruyeron esos datos.
De ahí el interés, primero de la OACI y luego de la defensa de Gerardo por las imágenes satelitales. El gobierno estadounidense nunca negó la existencia de esas imágenes, admitió tenerlas, pero lleva 15 años prohibiendo que alguien más pueda verlas.
¿Cómo explicar que hayan logrado ocultarlas con éxito durante tanto tiempo? Simplemente porque su reveladora conducta nunca se ha vuelto noticia.
Gerardo Hernández Nordelo no tuvo absolutamente nada que ver con lo que ocurrió el 24 de febrero de 1996. El propio gobierno de Estados Unidos, el de W. Bush, reconoció que carecía de pruebas para sostener su acusación contra Gerardo y pidió a última hora retirarla. Lo hizo en un documento oficial, titulado “Petición de Emergencia” y que, según ellos mismos, constituía una acción sin precedentes en la historia de ese país.
El documento, fechado mayo 25 de 2001, ya tiene más de 10 años, pero no existe para quienes se hacen llamar “medios de información”. De mi ancestro andaluz guardo cierta tendencia a la obstinación y por eso cargo con él de vez en cuando, pues los gitanos también creen en el azar. Nunca se sabe. A lo mejor un día alguien descubre que este documento existe.
La verdad es que los Cinco son completamente inocentes. Esa verdad consta en documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos y de sus tribunales. Que su misión era tratar de descubrir los planes terroristas contra Cuba están con todas las letras en numerosos escritos, desde el acta acusatoria inicial formulada contra ellos y en varias mociones de la fiscalía al comienzo del juicio y a lo largo de su desarrollo hasta las sentencias que al final les fueron impuestas.
En el juicio de Nuremberg un fiscal señaló que los que estaban entonces en el banquillo de los acusados no eran los únicos culpables. También lo eran quienes no los denunciaron, los que sabían y callaron.
La ausencia del tema de los Cinco Cubanos en los medios no es reflejo de incapacidad profesional de los periodistas sino que obedece a una decisión política de silenciarlo. El caso es un desafío para quienes intentan ser la conciencia crítica de la sociedad contemporánea. (Tomado de El Universal)
*Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba

CAMBIOS EN LA CASA BLANCA ¿OBAMA ENSEÑA EL GARROTE?




13 de septiembre de 2011



Por M. H. Lagarde


Durante una conferencia de prensa con corresponsales hispanohablantes en la Casa Blanca, Obama volvió a repetir el guión que al parecer le han preparado sus asesores para referirse a Cuba. Como ha dicho otras veces, "no ve en Cuba los cambios que al él le gustarían ver".
 
Pero en esta ocasión, además de la zanahoria de las remesas y los viajes que según el presidente de Estados Unidos se mantendrán porque "creemos que crean más espacio dentro de Cuba para las libertades civiles", el mandatario mostró, quizás por primera vez desde su llegada a la Casa Blanca, el garrote.
 
Según reporta El Nuevo Herald, en su reunión con la prensa, Obama "expresó su insatisfacción ante la velocidad con que Cuba ha adelantado reformas para activar su economía y manifestó que "llegó la hora" de cambios para las autoridades de la isla comunista.
 
El presidente de la poderosa nación que bloquea a Cuba desde hace cincuenta años y que hoy exhibe como principal logro una economía colapsada por una crisis que, más que cíclica da la impresión de ser algo permanente, se refirió a Cuba como un sistema "retrógrado" cuyos "estándares de vida no están mejorando de manera significativa y, de hecho, se están deteriorando".
 
Según la agencia EFE -presente entre el selecto grupo de periodistas que tuvieron el honor de sentarse en la misma mesa del presidente- el mandatario norteamericano "comparó la situación de Cuba con lo que ocurre en la actualidad en el mundo árabe, donde la presión ciudadana en favor de una mayor democracia ha causado la caída de regímenes autoritarios".
 
La comparación de Obama curiosamente coincide con las revelaciones hechas por Wikileaks de varios cables firmados en la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) donde queda más que claro la subordinación de los "ciudadanos"que, según acaba de decir el presidente, mantienen sus "libertades restringidas" y que en realidad no son más que mercenarios al servicio de Washington.
 
Comparar a la Isla con lo que sucede en los países árabes, está a tono también con una denuncia reciente realizada por la televisión cubana donde se afirma que, personajes como las llamadas Damas de Blanco que cuentan con el apoyo finaciero del gobierno de Estados Unidos, solo buscan propiciar una invasión a Cuba al estilo de la que se lleva a cabo hoy por las fuerzas de la OTAN en Libia.
 
Como pudo apreciarse en un programa especial de la televisión cubana, la líder de las "Damas" -que reciben instrucciones via video conferencia de altos funcionarios del gobierno en la sede de la Oficina de Estados Unidos en La Habana-, afirmó que ellas podrían ser "la llamita que encendiera la llama de las revueltas en la Isla".
 
Las Damas, por cierto, surgieron como organización a raíz de la detención de sus familiares por violar la ley cubana al ponerse al servircio de los intereses del imperio. Hoy todos esos mercenarios han sido liberados. Pero tal realidad es algo que el Obama del garrote, como mismo le pasa con los cambios en Cuba, no puede o, simplemente, no quiere ver.
 
Tomado de Cambios en Cuba