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martes, 18 de octubre de 2011

LAS REMESAS A CUBA




Jesús Arboleya Cervera
El tema de las remesas constituye uno de los aspectos más polémicos de las relaciones de Cuba con la emigración. Para la extrema derecha cubanoamericana es una forma de “perpetuar la existencia del régimen”, como si ello dependiera de las remesas y los cubanos estuviesen a la espera de que “lloviera café”, al decir de Juan Luís Guerra.
Pero, incluso, muchos de aquellos que favorecen su autorización, las conciben como un factor desestabilizador de la sociedad cubana y aspiran a aprovechar sus efectos negativos con tal fin. Debido a esto, algunos en Cuba, la asumen como un hecho peligroso, dado que bajo su sombrilla se brinda apoyo económico a elementos contrarrevolucionarios, además “vergonzoso”, que tiende a generar diferencias que no se originan como resultado del trabajo y, por tanto, negativas en su esencia.
Vale entonces que tratemos de abordar este fenómeno, desprovistos de los apasionamientos que hasta ahora han caracterizado su análisis, y así considerar ventajas y desventajas con la mayor objetividad posible.
Aunque resulta difícil medirla con exactitud, ya que ingresan al país tanto por canales oficiales como por vías informales, se calcula que las remesas de los emigrados a Cuba alcanzan unos 1 400 millones de dólares anuales, de los cuales el 68 % proviene de Estados Unidos, y aunque algunos consideran que ello representa la mitad del ingreso de los receptores, tal afirmación parece exagerada, en tanto desconoce los beneficios gratuitos o subsidiados que recibe toda la población.
Vale aclarar que estos aportes son inferiores a la media de lo que envían a sus familiares otros inmigrantes latinoamericanos, así como que la proporción de lo que ingresa a Cuba procedente de Estados Unidos ha descendido del 80 % que tenía en 2005, a pesar de las flexibilizaciones aprobadas por el gobierno de Obama al respecto. En ello puede haber influido la recesión económica, pero también el hecho de que las remesas que se trasladan a Cuba solo están destinadas a satisfacer ciertos niveles de consumo, no siendo necesarias para garantizar aspectos vitales como la vivienda, la salud y la educación, como ocurre en otros países latinoamericanos, lo que tiende a disminuir las exigencias de su cuantía y, por tanto, su importancia relativa.
Ello también se comprueba cuando las analizamos en términos absolutos. Las remesas de los inmigrantes latinos en Estados Unidos se cuadruplicaron en la década de 1990, llegando a alcanzar 66 500 millones en 2006, transformándose en una de las principales fuentes de financiamiento externo para la región. México, Brasil y Colombia concentran más del 60% de las remesas percibidas por los países del área y un 20% es captado por Guatemala, El Salvador y República Dominicana. En países como Haití, Nicaragua y Honduras representan el 24%, el 11% y el 10% del PIB, respectivamente, y en economías más grandes como las de El Salvador y República Dominicana, el 14% y el 10%.
Según la CEPAL, aunque la repercusión de estas remesas poco atenúa los indicadores de pobreza de toda la población, resulta vital para la subsistencia de los hogares que las reciben. No obstante, algunos consideran que, a la larga, sus efectos son nocivos para estas sociedades, en tanto tienden a alimentar un sector parasitario que constituye un freno al desarrollo de la economía y consolida la dependencia, sin embargo, tales consecuencias parecen ser más achacables a causas estructurales de esos países, que a las remesas por sí mismas.
A pesar de que por las causas antes apuntadas resulta difícil calcular su impacto real en Cuba, a lo que se suma la ausencia de investigaciones, al menos públicas, y la reticencia gubernamental de ofrecer cifras oficiales, quizá para no alentar acciones de Estados Unidos en su contra o por el prejuicio de que con ello se valida una comparación desfavorable de la realidad cubana respecto a la emigración, resulta evidente que las remesas se han convertido no solo en una fuente importante de dinero fresco para el país, sino en parte del fondo de inversiones para los pequeños negocios que se desarrollan en la Isla.
Un sondeo realizado bajo el auspicio de Diálogo Inter Americano con 300 receptores de remesas en Cuba, publicado por la revista Palabra Nueva de la arquidiócesis de La Habana, indica que el 57 % de estas personas utiliza o piensa utilizar ese dinero para el desarrollo de pequeños negocios. También es cierto que otra parte se convierte en capital ocioso, provocando el incremento de la inflación, con la consiguiente desvalorización de los salarios, afectando el incentivo del trabajo para aquellos receptores que deciden vivir de esta renta.
De cualquier manera, es un hecho que, mediante las remesas, los emigrados tienden a integrarse de diversas maneras a la economía cubana, articulándose de forma inevitable con los esfuerzos socializadores que la caracterizan, dando forma a una conexión que implica la creación de intereses personales, ya sea por su relación con el bienestar de familiares y amigos o por su participación directa en las empresas que éstos están creando en el país, y esta tendencia es otra consecuencia del impacto que han tenido los “nuevos emigrados” en la comunidad cubanoamericana.
Estudios realizados en Estados Unidos en 2007, muestran que el 58 % de la comunidad cubanoamericana mandaba dinero a sus familiares en Cuba. Pero la proporción varía según la fecha de arribo a ese país, por lo que mientras un 75 % de los emigraron después de 1985 enviaban remesas, solo lo hacía el 31 % de los que lo hicieron antes de 1964 y apenas el 45 % de los que emigraron entre esa fecha y 1975, aunque llama la atención que un 47 % de los nacidos en Estados Unidos también enviaba remesas el país, lo que indica que es una actitud que mantiene una fuerte presencia en los descendientes.
Desde el punto de vista humano, el envío de remesas constituye un gesto de solidaridad que debe ser apreciado y ojalá llegue a adquirir connotaciones patrióticas que trasciendan el ámbito familiar o los negocios, ya que para nada se trata de una limosna, como afirma el discurso de la extrema derecha, sino que, con más justicia que nadie, el pueblo cubano está en el legítimo derecho de recibir, al menos parte, de lo que ha invertido en la formación de estas personas y en tal sentido debe estar orientada la política cubana al respecto.
Podemos entonces concluir que, sin desconocer los inconvenientes que acarrea, el envío de remesas dan forma a un proceso de integración económica entre Cuba y su emigración, cuyas consecuencias políticas tienden a atenuar diferencias, más que agudizarlas; avanzando en la normalización de las relaciones, incluso en el predominio de la concordia sobre la confrontación, por mucho esfuerzo que hagan los congresistas cubanoamericanos por impedirlo. (Publicado en Progreso semanal)
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LA VOLUNTAD DE ACERO (SEGUNDA PARTE Y FINAL)





Cuando en 1976 tuvieron lugar los más graves actos de terrorismo contra Cuba y de modo especial la destrucción en pleno vuelo de la nave aérea cubana que despegó de Barbados con 73 personas a bordo -entre ellos pilotos, aeromozas y personal auxiliar que prestaban sus nobles servicios en esa línea, el equipo juvenil completo que había obtenido todas las medallas de oro que se disputaban en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de esgrima, los pasajeros cubanos y de otros países que viajaban confiados en aquel avión-, los hechos provocaron tal indignación, que en la Plaza de la Revolución se reunió para despedir el duelo, la más extraordinaria y apretada  concentración que he visto jamás y de la cual ha quedado constancia gráfica. Las escenas de dolor fueron y son todavía imborrables. Tal vez ningún dirigente de Estados Unidos, y muchos en el mundo no tuvieron posibilidad de verlas. Sería ilustrativo que tales escenas fuesen divulgadas por los medios masivos para comprender bien  las motivaciones de  nuestros heroicos combatientes antiterroristas.
Bush padre era ya un importante oficial de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, cuando estos  recibieron la misión de organizar la contrarrevolución en Cuba. La CIA creó en la Florida su más grande base de operaciones en el hemisferio occidental. Ella se responsabilizó con todas las acciones subversivas realizadas en Cuba, incluidos los intentos de asesinato contra los líderes de la Revolución y se responsabilizó con los planes y cálculos que de haber tenido éxito habrían significado un enorme número de bajas por ambas partes dada la decisión de nuestro pueblo,  demostrada en Girón, de luchar hasta la última gota de sangre. Bush nunca entendió  que la victoria de Cuba salvó muchas vidas, tanto cubanas como norteamericanas.
El crimen monstruoso de Barbados se produjo cuando ya él era jefe de la CIA, casi  con tanta autoridad como el Presidente Ford.
En junio de ese año convocó en Bonao, República Dominicana, una reunión para crear la Coordinación de Organizaciones Revolucionarias Unidas, con la supervisión personal de Vernon Walters, entonces Director adjunto de la CIA. Obsérvese bien: “Organizaciones Revolucionarias Unidas”.
Orlando Bosch y Posada Carriles, agentes activos de esa institución fueron designados como líderes de esa organización. Se inicia así una nueva etapa de actos terroristas contra Cuba. El 6 de octubre de 1976, Orlando Bosch y Posada Carriles, personalmente dirigen el sabotaje para hacer estallar en pleno vuelo el avión de cubana.
Las autoridades arrestaron a los implicados y los remitieron a Venezuela.
El escándalo fue tan grande que el gobierno de ese país entonces aliado de Estados Unidos y cómplice de sus crímenes dentro y fuera de Venezuela no tuvo otra alternativa que ponerlos a disposición de los tribunales venezolanos.
La Revolución Sandinista triunfó en julio de 1979. La sangrienta guerra sucia promovida por Estados Unidos estalló en ese país. Reagan era ya Presidente de Estados Unidos.
Cuando Gerald Ford sustituyó a Nixon, era tal el escándalo provocado por los intentos de asesinatos a líderes extranjeros que prohibió la participación de funcionarios norteamericanos en tales acciones. El Congreso negó los fondos para la guerra sucia en Nicaragua. Hacía falta Posada Carriles. La CIA, a través de la llamada Fundación Nacional Cubano Americana, sobornó con abundantes sumas a los carceleros pertinentes y el terrorista salió de la prisión como un visitante más. Trasladado con urgencia a Ilopango, El Salvador, no solo dirigió los suministros de armas que provocaron miles de muertes y mutilaciones a los patriotas nicaragüenses, sino que también, con la cooperación de la CIA, adquirió drogas en Centro América, las introdujo en Estados Unidos y compró armas norteamericanas para los contrarrevolucionarios nicaragüenses.
En aras del espacio omito numerosos datos de la  brutal historia.
No es posible comprender por qué el ilustre Premio Nobel que preside el Gobierno de Estados Unidos, se complace en reiterar la estúpida idea de que Cuba es un país terrorista, mantiene en cárceles aisladas y en condiciones inhumanas a los cuatro antiterroristas cubanos, sanción que hoy no se aplica a ningún ciudadano de otro país adversario de Estados Unidos, menos aún si ninguna fuerza militar norteamericana admite haber sido puesta en riesgo alguno por ellos, y prohíbe a René regresar a su patria y al seno de su familia.
El mismo domingo 9 de octubre en que René transmitió su valiente mensaje al pueblo de Cuba, grabó y filmó otro fraternal “Mensaje a Fidel y Raúl”. Por consejo de Ricardo Alarcón, Presidente de la Asamblea Nacional, no se publicó ninguno de los mensajes hasta que el Oficial de Probatoria de la Corte Federal de la Florida, le comunicara formalmente las condiciones que le imponía en los tres años de “libertad supervisada”.
Cumplido ya ese requisito me complace informar a nuestro pueblo el contenido textual de ese mensaje que tanto honra a nuestros héroes y expresa su comportamiento ejemplar y la voluntad de acero:
Querido Comandante:
Primero que todo un abrazo, mi agradecimiento, el sentimiento de aprecio no solamente por todo el apoyo que ha volcado usted sobre nosotros, por la forma en que ha movilizado a todo un pueblo y ha movilizado la solidaridad internacional a favor del caso nuestro, sino, en primer lugar, por habernos servido de inspiración, por haber sido el ejemplo que hemos seguido durante estos 13 años y por haber sido para nosotros una bandera tras la cual nunca íbamos a dejar de marchar.
Para nosotros esta misión no ha sido más que la continuación de todo lo que han hecho ustedes, de lo que la generación suya hizo por el pueblo cubano y por el resto de la humanidad.
Para mí es un placer enorme enviarle este mensaje, enviarle el abrazo temporal, que irá por esta vía, porque sé que nos daremos un abrazo finalmente; por mucho que intenten nuestros adversarios impedirlo, sé que nos vamos a dar ese abrazo.  Sé que los Cinco regresaremos porque usted lo prometió y porque ha movilizado la energía, lo mejor de la humanidad, la voluntad de todo el mundo para que eso suceda.
Para nosotros es un honor servir a la causa que usted inspiró en el pueblo de Cuba, ser seguidores de usted, seguidores del camino que usted y Raúl abrieron, y nunca dejaremos de ser merecedores de esa confianza que ustedes depositaron en nosotros.
A los dos, a usted, Fidel, a Raúl que ahora nos guía en esta nueva etapa difícil, compleja pero gloriosa en que estamos enfrascados para romper la dependencia económica que nos ata todavía y que impide que logremos construir la sociedad que queremos, les envío un abrazo de parte de los Cinco, les digo que siempre tuvimos confianza en ustedes.  Cuando estábamos solos en el hueco, cuando estábamos incomunicados, cuando no recibíamos noticias, cuando mis cuatro hermanos no sabían nada de su familia porque no se les podía decir, siempre tuvimos confianza en ustedes, siempre supimos que ustedes no abandonarían a sus hijos, porque siempre supimos que la Revolución nunca abandonaba a quienes la defendían.  Por eso es que merece ser defendida y por eso es que siempre lo haremos.
Y aunque no estoy seguro de que merezcamos todos los honores que se nos han hecho, sí le puedo decir que el resto de vida que nos queda será dedicado a merecerlo, porque ustedes nos inspiran, porque ustedes son la bandera que nos enseñó cómo comportarnos y hasta el fin de nuestros días trataremos de ser merecedores de la confianza que ustedes depositaron en nosotros.
Para mí ahora esto es una trinchera en la que seguiré en el mismo combate a que ustedes me convocaron y voy hasta el final, hasta que se haga justicia, a seguir sus órdenes, a hacer lo que haya que hacer.
Y les digo a Fidel y a Raúl: ¡Comandantes, los dos, ordenen!

Fidel Castro Ruz
Octubre 17 de 2011
10 y 35 p.m.

LA LOBA FEROZ LE ENSEÑA LAS GARRAS A LOS NIÑOS DE LA COLMENITA




Ileana Ros-Lehtinen.
Ileana Ros-Lehtinen.
La congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, conocida en Cuba como “la loba feroz”, solicitó a la administración de Barack Obama una inmediata explicación por el otorgamiento de visas al grupo teatral infantil La Colmenita, de gira en Estados Unidos.
El blog Café Fuerte publica una carta enviada el lunes a la Secretaria de Estado Hillary Clinton en la que la legisladora manifiesta: “Concederle visas a una organización que está promoviendo a espías convictos como héroes es un insulto a todas las víctimas de la dictadura… Esos espías cubanos fueron enviados a Estados Unidos a realizar actos ilícitos contra nuestra patria”.
La legisladora se refiere a los Cinco cubanos presos en Estados Unidos desde 1998, que monitoreaban a organizaciones terroristas afincadas en Miami, a las cuales ella es devota. Tras un proceso plagado de irregularidades -como han señalado grupos de abogados, defensores de los derechos civiles y organizaciones internacionales-, los Cinco fueron condenados con sanciones extremas, que van desde 15 años de cárcel a dos cadenas perpetuas. Uno de ellos, René González, acaba de salir de la prisión de Marianna bajo régimen de libertad supervisada por tres años.
La congresista añadió en su carta a Clinton que los programas de intercambio cultural y educativo entre Cuba y Estados Unidos “socavan las prioridades estadounidenses de política exterior y los intereses de seguridad nacional”.
La Colmenita -integrada por 22 niños y niñas de entre 6 y 15 años- se encuentra en Estados Unidos desde el pasado viernes, invitada por Fundación Brownstone y el Comité Internacional por la Libertad de los Cinco. El grupo se presenta ahora en Washington, y viajará también a Nueva York y a San Francisco.
Ileana Ros, al frente del Comité Relaciones Exteriores de la Cámara, fue también la presidenta de honor del “Fondo Legal Luis Posada Carriles” con el objetivo de recaudar fondos para el terrorista que organizó el atentado contra un avión civil cubano donde murieron 73 personas. La congresista tiene un largo historial de persecución y odio contra la Revolución, incluyendo el apoyo al intento de secuestro del niño Elián González en EEUU.
Tomado de Cubadebate

ABOGADO PREOCUPADO POR SEGURIDAD DE ANTITERRORISTA CUBANO RENE GONZALEZ



rene-gonzalez-sale-de-la-prision_miamip1Estoy preocupado por la seguridad de René González en Estados Unidos y en el momento apropiado renovaré mi solicitud para que se le permita regresar a Cuba, afirmó Philip Horowitz, abogado de uno de los antiterroristas cubanos que fueron encarcelados en este país.
Horowitz concedió una entrevista con el Comité Nacional por la Libertad de los Cinco Cubanos días después que González salió de una prisión de Marianna, Florida, con el estatus de libertad supervisada y la obligación de permanecer tres años en Estados Unidos.
“La confianza que las personas tienen en el sistema de justicia fue decepcionada. Se supone que nosotros tengamos confianza en el sistema de justicia de Estados Unidos, pero yo pienso que esa confianza fue defraudada en este caso (de los Cinco Héroes)”, enfatizó el especialista.
He tratado por muchos años con los Cinco Cubanos. Me he sentado con ellos en el tribunal durante siete meses y medio. Ellos son de las personas más educadas que yo haya conocido, de las personas más brillantes y talentosas que yo haya conocido en mi vida, añadió.
“La experiencia de conocerlos y estudiarlos, como alguien que no proviene del mismo origen, abrió mis ojos a muchas cosas, individual y colectivamente”, aseguró el abogado estadounidense.
Recibir libertad bajo supervisión es inusual en este caso por el hecho de que René, teniendo doble ciudadanía ha visto literalmente ignorada su ciudadanía cubana por parte de la corte del distrito, exigiéndosele cumplir su castigo en Estados Unidos, apuntó el jurista.
“Lo corriente para un acusado que no sea ciudadano de Estados Unidos es ser deportado y cumplir su libertad bajo supervisión, solo en papeles, en su país natal”, subrayó Horowitz.
A René González, en libertad supervisada, se le exige mantener un empleo remunerado, no poseer armas peligrosas, no abandonar el distrito judicial, y debe reportarse una vez al mes al funcionario que chequea su status condicional, explicó el magistrado.
Agregó que “le está prohibido asociarse con o visitar lugares específicos donde individuos o grupos tales como terroristas, miembros de organizaciones que propugnan la violencia, figuras del crimen organizado, o es conocido que están o los frecuentan.”
Nosotros no vamos a apelar en este momento a una corte superior acerca de lo establecido por la jueza el 16 de septiembre. René ha decidido dejar que su conducta le demuestre que él es una persona que merece poder regresar a Cuba, indicó Horowitz.
“Por supuesto que si estoy preocupado por la seguridad de René. En el momento apropiado yo renovaré mi solicitud para que se le permita cumplir el resto de la libertad bajo supervisión en Cuba. No hay un tiempo establecido para ello”, recalcó.
Claro que me quedaré como miembro del equipo legal de los Cinco Cubanos. Sus cuatro hermanos están todavía dentro, nosotros estamos todavía luchando por la misma meta, tener a todos los Cinco reunidos con sus familias, reiteró Horowitz.
“Ver a un hombre reunirse con sus hijas, una a la que no había visto fuera de la sala de visitas de la prisión en 13 años. Todo fue pura alegría. Fue uno de los momentos más tiernos que yo haya presenciado en mis 26 años de práctica como abogado”, acotó.
El 16 de septiembre la jueza Joan Lenard, del Tribunal Federal de Distrito del Sur de la Florida, sancionó que González tenía que permanecer tres años adicionales sin salir de este país una vez terminada una condena de 13 años el 7 de octubre.
Abogados habían solicitado al tribunal que esos tres años González por razones humanitarias pudiera regresar a Cuba para reintegrarse a su familia. El patriota cubano forma parte del grupo conocido internacionalmente como Los Cinco Héroes, junto a Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, y Fernando González.
Los Cinco, como identifica la solidaridad internacional a esos luchadores contra el terrorismo, fueron arrestados el 12 de septiembre de 1998 en la ciudad de Miami. Un proceso irregular celebrado allí los condenó en 2001 a penas que van desde la doble cadena perpetua hasta 15 años.
(Con información de Prensa Latina)

LA VOLUNTAD DE ACERO (SEGUNDA PARTE Y FINAL)




18 Octubre 2011 24 Comentarios
Cuando en 1976 tuvieron lugar los más graves actos de terrorismo contra Cuba y de modo especial la destrucción en pleno vuelo de la nave aérea cubana que despegó de Barbados con 73 personas a bordo -entre ellos pilotos, aeromozas y personal auxiliar que prestaban sus nobles servicios en esa línea, el equipo juvenil completo que había obtenido todas las medallas de oro que se disputaban en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de esgrima, los pasajeros cubanos y de otros países que viajaban confiados en aquel avión-, los hechos provocaron tal indignación, que en la Plaza de la Revolución se reunió para despedir el duelo, la más extraordinaria y apretada  concentración que he visto jamás y de la cual ha quedado constancia gráfica. Las escenas de dolor fueron y son todavía imborrables. Tal vez ningún dirigente de Estados Unidos, y muchos en el mundo no tuvieron posibilidad de verlas. Sería ilustrativo que tales escenas fuesen divulgadas por los medios masivos para comprender bien  las motivaciones de  nuestros heroicos combatientes antiterroristas.
Bush padre era ya un importante oficial de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, cuando estos  recibieron la misión de organizar la contrarrevolución en Cuba. La CIA creó en la Florida su más grande base de operaciones en el hemisferio occidental. Ella se responsabilizó con todas las acciones subversivas realizadas en Cuba, incluidos los intentos de asesinato contra los líderes de la Revolución y se responsabilizó con los planes y cálculos que de haber tenido éxito habrían significado un enorme número de bajas por ambas partes dada la decisión de nuestro pueblo,  demostrada en Girón, de luchar hasta la última gota de sangre. Bush nunca entendió  que la victoria de Cuba salvó muchas vidas, tanto cubanas como norteamericanas.
El crimen monstruoso de Barbados se produjo cuando ya él era jefe de la CIA, casi  con tanta autoridad como el Presidente Ford.
En junio de ese año convocó en Bonao, República Dominicana, una reunión para crear la Coordinación de Organizaciones Revolucionarias Unidas, con la supervisión personal de Vernon Walters, entonces Director adjunto de la CIA. Obsérvese bien: “Organizaciones Revolucionarias Unidas”.
Orlando Bosch y Posada Carriles, agentes activos de esa institución fueron designados como líderes de esa organización. Se inicia así una nueva etapa de actos terroristas contra Cuba. El 6 de octubre de 1976, Orlando Bosch y Posada Carriles, personalmente dirigen el sabotaje para hacer estallar en pleno vuelo el avión de cubana.
Las autoridades arrestaron a los implicados y los remitieron a Venezuela.
El escándalo fue tan grande que el gobierno de ese país entonces aliado de Estados Unidos y cómplice de sus crímenes dentro y fuera de Venezuela no tuvo otra alternativa que ponerlos a disposición de los tribunales venezolanos.
La Revolución Sandinista triunfó en julio de 1979. La sangrienta guerra sucia promovida por Estados Unidos estalló en ese país. Reagan era ya Presidente de Estados Unidos.
Cuando Gerald Ford sustituyó a Nixon, era tal el escándalo provocado por los intentos de asesinatos a líderes extranjeros que prohibió la participación de funcionarios norteamericanos en tales acciones. El Congreso negó los fondos para la guerra sucia en Nicaragua. Hacía falta Posada Carriles. La CIA, a través de la llamada Fundación Nacional Cubano Americana, sobornó con abundantes sumas a los carceleros pertinentes y el terrorista salió de la prisión como un visitante más. Trasladado con urgencia a Ilopango, El Salvador, no solo dirigió los suministros de armas que provocaron miles de muertes y mutilaciones a los patriotas nicaragüenses, sino que también, con la cooperación de la CIA, adquirió drogas en Centro América, las introdujo en Estados Unidos y compró armas norteamericanas para los contrarrevolucionarios nicaragüenses.
En aras del espacio omito numerosos datos de la  brutal historia.
No es posible comprender por qué el ilustre Premio Nobel que preside el Gobierno de Estados Unidos, se complace en reiterar la estúpida idea de que Cuba es un país terrorista, mantiene en cárceles aisladas y en condiciones inhumanas a los cuatro antiterroristas cubanos, sanción que hoy no se aplica a ningún ciudadano de otro país adversario de Estados Unidos, menos aún si ninguna fuerza militar norteamericana admite haber sido puesta en riesgo alguno por ellos, y prohíbe a René regresar a su patria y al seno de su familia.
El mismo domingo 9 de octubre en que René transmitió su valiente mensaje al pueblo de Cuba, grabó y filmó otro fraternal “Mensaje a Fidel y Raúl”. Por consejo de Ricardo Alarcón, Presidente de la Asamblea Nacional, no se publicó ninguno de los mensajes hasta que el Oficial de Probatoria de la Corte Federal de la Florida, le comunicara formalmente las condiciones que le imponía en los tres años de “libertad supervisada”.
Cumplido ya ese requisito me complace informar a nuestro pueblo el contenido textual de ese mensaje que tanto honra a nuestros héroes y expresa su comportamiento ejemplar y la voluntad de acero:
Querido Comandante:
Primero que todo un abrazo, mi agradecimiento, el sentimiento de aprecio no solamente por todo el apoyo que ha volcado usted sobre nosotros, por la forma en que ha movilizado a todo un pueblo y ha movilizado la solidaridad internacional a favor del caso nuestro, sino, en primer lugar, por habernos servido de inspiración, por haber sido el ejemplo que hemos seguido durante estos 13 años y por haber sido para nosotros una bandera tras la cual nunca íbamos a dejar de marchar.
Para nosotros esta misión no ha sido más que la continuación de todo lo que han hecho ustedes, de lo que la generación suya hizo por el pueblo cubano y por el resto de la humanidad.
Para mí es un placer enorme enviarle este mensaje, enviarle el abrazo temporal, que irá por esta vía, porque sé que nos daremos un abrazo finalmente; por mucho que intenten nuestros adversarios impedirlo, sé que nos vamos a dar ese abrazo.  Sé que los Cinco regresaremos porque usted lo prometió y porque ha movilizado la energía, lo mejor de la humanidad, la voluntad de todo el mundo para que eso suceda.
Para nosotros es un honor servir a la causa que usted inspiró en el pueblo de Cuba, ser seguidores de usted, seguidores del camino que usted y Raúl abrieron, y nunca dejaremos de ser merecedores de esa confianza que ustedes depositaron en nosotros.
A los dos, a usted, Fidel, a Raúl que ahora nos guía en esta nueva etapa difícil, compleja pero gloriosa en que estamos enfrascados para romper la dependencia económica que nos ata todavía y que impide que logremos construir la sociedad que queremos, les envío un abrazo de parte de los Cinco, les digo que siempre tuvimos confianza en ustedes.  Cuando estábamos solos en el hueco, cuando estábamos incomunicados, cuando no recibíamos noticias, cuando mis cuatro hermanos no sabían nada de su familia porque no se les podía decir, siempre tuvimos confianza en ustedes, siempre supimos que ustedes no abandonarían a sus hijos, porque siempre supimos que la Revolución nunca abandonaba a quienes la defendían.  Por eso es que merece ser defendida y por eso es que siempre lo haremos.
Y aunque no estoy seguro de que merezcamos todos los honores que se nos han hecho, sí le puedo decir que el resto de vida que nos queda será dedicado a merecerlo, porque ustedes nos inspiran, porque ustedes son la bandera que nos enseñó cómo comportarnos y hasta el fin de nuestros días trataremos de ser merecedores de la confianza que ustedes depositaron en nosotros.
Para mí ahora esto es una trinchera en la que seguiré en el mismo combate a que ustedes me convocaron y voy hasta el final, hasta que se haga justicia, a seguir sus órdenes, a hacer lo que haya que hacer.
Y les digo a Fidel y a Raúl: ¡Comandantes, los dos, ordenen!

Fidel Castro Ruz
Octubre 17 de 2011
10 y 35 p.m.