Seguidores

sábado, 3 de marzo de 2012

“Pacíficos opositores” golpean y roban a Hugo César Sarmiento Socarrás




El 18 de febrero pudo ser un día cualquiera para Hugo, y así hubiese sido de no haber recibido la paliza que le propinaron en horas de la madrugada.
Recién había ido a casa de su madre, en Santiago de Cuba, a recoger 400 cuc y 4000 pesos y Hugo César Sarmiento Socarrás se dirigió a su hogar en Jiguaní. En el trayecto hizo estancia en la Terminal de Ómnibus de Contramaestre.
Y justo allí no sabía él que iniciarían sus problemas, aunque ni siquiera lo sospechaba cuando se reencontró con Julio César, un antiguo conocido del Centro Penitenciario Las Mangas, en Bayamo, donde ambos cumplieron sanciones.
Luego de conversar un poco, julio lo invitó a su casa a almorzar, pues vive justo frente a la citada terminal.
Ya en la vivienda, Hugo le da a su amigo 20 cuc de los que había recogido en casa de su madre,  para que comprara una botella de ron y este fue al Ditú, compró un whisky Chanceller, de algo más de 4 cuc y le dio el cambio.
Mientras bebían, Hugo le cuenta a julio que el padre le había enviado un dinero para montar un negocio, ya que este le había visto el fajo de billetes.
Horas después, Hugo le dice a su anfitrión se iría en cualquier Yutong, ya que todas pasaban  por el frente de su casa, pero este insistió en ir a un cabaret, en una terraza que se conoce como 615 y la esposa de julio los acompañó.
Estuvieron bailando hasta las doce de la noche, o algo más, y gastaron 20 cuc en el consumo.
Hasta aquí parecía un día de imprevista celebración. Pero la verdadera “fiesta” estaba aún por iniciarse.
Cuando subían las escaleras para llegar a la casa de julio, que está en altos,  llega al pasillo una mujer joven y se le insinúa a éste, mientras le pregunta que “qué bolá con el chino ese” poniéndose frente a Hugo. Segundos después, le pregunta a Hugo que “qué haría” y Julio le contesta que “no hay jugada”.
La muchacha parecía haber bebido mucho,  y le dijo a Hugo que “quería descargar”. Así, comenzó el “gran show”.
Repentinamente, la joven sorprende a Hugo ocasionándole varios arañazos, de los que él se defendió con unos manotazos, aunque no puede precisar si la lesionó o no.
Julio la aparta y le dice a la joven que Hugo era su amigo. Ella se retira y baja las escaleras.
No habían transcurrido cinco minutos,  cuando llega nuevamente la mujer que aruñó a Hugo, pero en esta oportunidad, acompañada de un hombre quien se acerca y le dice a éste que si había “matado jugada” con su mujer tenía que pagarle porque a su mujer se le respeta.
Inmediatamente, el joven le lanzó un puñetazo a Hugo, alcanzándole el ojo derecho y lo tumbó al suelo. Cuando éste intenta levantarse, la pareja  comenzó a darle piñazos y golpes, hasta que julio césar interviene y los separa, halando a Hugo por el brazo hasta el interior de su casa.
Pero hasta allí siguieron los agresores, entraron y le preguntaron a julio que si estaba “prestado”.
En ese momento, Julio le explica al agresor que Hugo no había tocado a su mujer, quien desde el piso, le pregunta que si era dinero lo que quería,  a lo que le responde el victimario que tenía que darle 150 pesos a su mujer.
Hugo saca un nylon con dinero del bolsillo del short, extrae un billete de cien pesos y cuando se lo iba a dar al agresor la pareja le volvió propinar golpes otra vez y en medio de la pelea el ciudadano le arrebata el bolsito con dinero y este se riega por el piso.
Es entonces cuando la mujer, le arrebata la cadena del cuello a Hugo, dándole un manotazo en el pecho con la mano abierta y luego la pareja continúa dándole patada.
Hugo César recibe golpes en el rostro, la espalda, las costillas, los brazos y desde el suelo le grita a los agresores que no se lleven el dinero que estaban recogiendo del piso, que era de sus hijos, pero ambos acopiaron los billetes y antes de marcharse, el hombre le dijo a Hugo que si quería fuera a la policía.
Luego de irse la pareja, Julio le dice a Hugo que los agresores se llamaban Alexánder y Mayelín y que eran unos “descarados”.
El hijo de Julio, quien se despertó con el escándalo, salió y ayudó a recoger del piso el dinero que quedaba ( 243.00 pesos).
Así se dirige Hugo a realizar la denuncia de lo ocurrido a la estación # 18 de la policía del municipio de contramaestre y el oficial le indica ir al hospital a atenderse las heridas y que le entregaran un certificado de lesiones.
De allí regresó a las tres de la madrugada y denunció los hechos, afirmando que podía reconocer a los agresores sin dificultad alguna.
¿Pero quiénes son Mayelín La O Montero y Alexánder Aldana Batista?
Pues nada más y nada menos, disidentes y colaboradores de José Daniel Ferrer García: ella una de las mal denominadas damas de blanco.
Y sí, gente como esta, es la que se cree con moral para pretender brindar al mundo una imagen de violaciones de libertades y derechos en Cuba y proclaman una paz que no profesan
Tomado del Blog La Koladita

Tardaron en hablar: La ONU reconoce que la OTAN asesinó a civiles libios

Tardaron en hablar: La ONU reconoce que la OTAN asesinó a civiles libios

Chávez confirma que sigue recuperándose y no abandona el tratamiento

Chávez confirma que sigue recuperándose y no abandona el tratamiento

El cuerpo de Bin Laden no fue arrojado al mar y se encuentra en EEUU, reveló Wikileaks

El cuerpo de Bin Laden no fue arrojado al mar y se encuentra en EEUU, reveló Wikileaks

El cuerpo de Bin Laden no fue arrojado al mar y se encuentra en EEUU, reveló Wikileaks

El cuerpo de Bin Laden no fue arrojado al mar y se encuentra en EEUU, reveló Wikileaks

En fotos, Fidel y Raúl visitan a Chávez

En fotos, Fidel y Raúl visitan a Chávez