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martes, 16 de diciembre de 2014

CARLOS MANUEL DE CESPEDES: PATRIOTA INCONMENSURABLE





Quizás alguien puede pensar que el tiempo ha permitido decir todo lo que merece uno de los hombres excepcionales de la historia patria.

Quizás alguien puede pensar que ya no quedan resquicios que estudiar, investigar acerca de tan excelsa figura de nuestros afanes independentistas.

La propia historia y el propio tiempo señalan que de los próceres nunca se habrá dicho todo pues la osadía protagonizada por ellos siempre merece diferentes y objetivas miradas  de los estudiosos.

Por ello los cubanos guardamos con mucho celo los andares de aquellos que nos legaron tantos hechos, auténticos, sinceros, que han resistido los huracanes de los años.

La historia cubana no es vieja, no está añejada ni enclaustrada en los textos que hablan de las proezas escritas por hombres muy cultos que dieron al traste con la esclavitud de entonces.

Cierto que la historia cubana no envejece y no pasa por ese proceso de transformación, todo lo contrario, se mantiene viva, útil, lozana, ejemplar.

Y es que quienes escribieron las brillantes páginas de la libertad podrán estar esculpidos en mármol, pero definitivamente vigentes en el pensamiento del pueblo de Cuba.

Todo ello nos señala que aquel hombre que brillo en La Demajagua, anda y desanda por nuestros campos y ciudades, por las playas y por las montañas a 195 años de su natalicio.

Carlos Manuel de Céspedes no solo es una referencia, es una necesidad para los cubanos, en tiempos holgados o difíciles, en momentos de sequia o ciclones. Siempre nos hace falta.

Por suerte tenemos su legado muy cerca y en este podemos encontrar la fuerza, la entereza y la virtud que emana desde ese digno hombre que puso a un pueblo sobre sus espaldas.

Aquel 19 de abril de 1819, en Bayamo, nacía quien con el paso de los años se convertiría en el Padre de todos los cubanos cuando intentaban chantajearlo a cambio de la vida de su hijo.

Fue un momento de hidalguía y de un absoluto ejemplo de patriota, incapaz de una irreverencia a los que habían luchado y caído desde el 10 de octubre de 1868.

La estatura moral del mártir de San Lorenzo es tal que a casi 200 años de haber nacido, sus luces trascienden, siguen iluminando  como un ´´sol de llamas¨¨.

FRANCISCO MACEO OSORIO: UN PATRIOTA DE LA GENERACION DEL 68





En la zona de Los Horneros, perteneciente a las montañas de Guisa, hay una modesta tumba que guarda los restos de uno de los más grandes hombres de aquella generación que propicio el levantamiento en La Demajagua.

Había nacido en Bayamo el 26 de marzo de 1828. Estudio en su ciudad natal, La Habana y España donde se recibió de Licenciado en Legislación y Jurisprudencia.

Era un hombre valiente y no vacilo en asumir una posición independentista, sumándose a las huestes cespedianas, que ya habían sufrido el revés de Yara desde donde se dirigieron hacia Bayamo.

Ya desde tres años antes del épico alzamiento, Maceo Osorio había tenido conversaciones con otros ilustres hombres de la ciudad en las que hablaban de la necesidad de despojar a la Isla de la tutela de España.

Desde mucho antes del 10 de octubre de 1868 existían diferencias entre Carlos Manuel de Céspedes y Francisco Maceo Osorio, las que posteriormente se hicieron más notorias.

Aun asi el Padre de la Patria le confirió nombramientos importantes como Teniente General y Secretario de Guerra y Marina, pero estas decisiones de Céspedes no le hicieron disminuir las contradicciones con este.

Los historiadores deben hurgar mas para encontrar las razones de esa enemistad con Carlos Manuel de Céspedes que llego a prohibirle la entrega de un pasaporte para que este saliera del país.

Este es un ejemplo de las contradicciones que rodearon a estos grandes hombres que teniendo el ideal de una patria libre, confrontaron en el plano personal perjudicando la unidad de los revolucionarios.

Estos problemas, sin embargo, no disminuyen el aporte de Francisco Maceo Osorio a las ansias de libertad e independencia de los cubanos y esa es la verdad histórica que debemos reconocer.

Y como la historia es veleidosa, cuando se produce el fallecimiento de Maceo Osorio debido a la fiebre perniciosa, es Carlos Manuel de Céspedes quien despide el duelo del Mayor General del Ejército Libertador.

Desde el 6 de noviembre de 1873, a orillas del rio Guama, en Los Horneros, Guisa, reposan los restos de uno de los patriotas de la gesta emancipadora cubana: Francisco Maceo Osorio.